- Oh, mi mano
- El pergamino tiene mucho pelo
- Gracias a Dios, pronto se hará de noche
- San Patricio de Armagh, líbrame de seguir escribiendo
- Ya he escrito esta cosa entera; por amor de Dios, dadme de beber
- Gran resaca
- Quien quiera que haya traducido estos Evangelios hizo un trabajo muy pobre
- Maldito sea el pestilente gato que orinó en este libro durante la noche
- Si alguien más quiere un libro tan bello como este, que me busque en Paris, en la catedral de Notre Dame
- Debo recordar, oh Cristo, que estoy escribiendo sobre Ti, porque hoy estoy molido
- No me reprochéis por mi letra, la tinta es mala, el pergamino pequeño y el día oscuro
- 11 letras doradas, 8 chelines cada una; 700 letras de doble borde, 7 chelines por cada centenar; y 35 manos de texto, de 16 hojas cada una, a 3 chelines dada una. Por esta cantidad no pienso volver a escribir
- Aquí termina la segunda parte de la obra de Santo Tomás de Aquino, de la Orden de los Dominicos; muy larga, muy verbosa y muy tediosa para el escriba. Gracias a Dios, gracias a Dios, y una vez más gracias a Dios.
- Si alguien roba este libro, que sufra la muerte, que sea frito en una sartén, que la epilepsia y la fiebre se apoderen de él, que sea quebrado en la rueda y colgado. Amen.
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