Me encanta que los planes salgan bien

sábado, 8 de diciembre de 2012

Dificultades técnicas

Ocurrió hace ya algunos años. Un equipo de ingenieros que trabajaba con las locomotoras del tren de alta velocidad español (AVE) descubrió la existencia de un peculiar artefacto propiedad de la US-FAA, el organismo gubernamental norteamericano encargado de la seguridad aérea. El dispositivo, utilizado para poner a prueba la resistencia de los parabrisas y ventanillas de los aviones, consistía en una especie de cañón capaz de disparar un pollo a gran velocidad, para así imitar los efectos que tendría un choque en pleno vuelo con un ave, uno de los incidentes más comunes durante los vuelos. Los españoles, pensando que tal accidente también era posible en los trenes de alta velocidad, solicitaron uno de aquellos "cañones" para probar los vidrios de sus locomotoras y se dispusieron a utilizarlo.
La primera prueba del cañón (que había servido para centenares de pruebas sin incidencias en EEUU) resultó un desastre. El pollo atravesó el parabrisas de la locomotora, destrozó un panel de control, hirió a dos técnicos y dejó una gran abolladura en la pared de la máquina. Los españoles quedaron muy preocupados, ya que habían seguido al pie de la letra las indicaciones de uso. Por ello documentaron minuciosamente lo sucedido y enviaron la información a los norteamericanos, para ver si éstos eran capaces de ver qué habían hecho mal. La respuesta de los americanos llegó poco después, breve, concisa y directa: ¡DESCONGELEN EL POLLO!.

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