Me encanta que los planes salgan bien

domingo, 31 de enero de 2016

Depresión

Una vez traté de explicarle a alguien la depresión como si un buen día empezaras poco a poco a perder el sentido del gusto y tu capacidad para sentirte saciado. Y no sabes por qué, pero todo lo que comes ahora te sabe a puré de patata y nada de lo que comes te satisface. Sigues comiendo porque tienes que comer para vivir, pero el esfuerzo que pones en preparar la comida no tiene recompensa. Solo sabes que todo te va a saber a puré de patata. Solo sabes que seguirás estando hambriento. Así que dejas de preocuparte por los condimentos. Dejas de molestarte en buscar los ingredientes que antes te gustaban. Y empiezas a preguntarte qué sentido tiene comer si no te produce sensación alguna. Sigues estando hambriento y te pone enfermo el sabor de todo y no sabes si alguna vez volverás a disfrutar de la comida de nuevo y no sabes por qué está ocurriendo esto.

Y entonces alguien en este escenario se dirige a ti y dice ""Bueno, ¿has probado a añadir especias a tu comida? ¿O a usar distintos ingredientes? ¿A comer cosas que te solían gustar?" Es algo que no te va a ayudar necesariamente, porque la razón por la que dejaste de hacer todo eso en un primer momento es que todo-te-sabe-a-puré-de-patata.

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